El cuerpo como campo de batalla

"El gozo violento tiene un fin violento"
(Bella, en Luna Nueva, de Chris Weitz)

SEIEM ha hecho llegar a las escuelas, zonas y sectores un libro clave para comprender la importancia de programas como el Programa Nacional Escuela Segura o el Programa Nacional para la Prevención de Adicciones.
"El cuerpo como campo de batalla", de Luz María Velázquez Reyes, publicado por la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, es un texto que nos ubica en una realidad a la que muchos se resisten en reconocer. Sin embargo, una realidad muy próxima a nosotros. La realidad de nuestros vecinos cercanos del Valle de Toluca: 594 alumnos de 18 secundarias de SEIEM... ¿Acaso nuestra propia realidad?
Hablamos de la realidad de la violencia en la escuela secundaria: Violencia física, psicológica, deliberada o no deliberada, estructural, manifiesta. Las muchas caras de la violencia se describen en este crudo material en el que se deja advertido que sólo nuestro género "tiene la capacidad de destruir lo que necesita para sobrevivir" (Ortega & del Rey en el Prólogo), donde se reconoce a la violencia como "la cara menos presentable" de la escuela, pero con la que nos despertamos día a día de lunes a viernes y con la que cerramos las puertas nocturnas, ya cuando la última alma de los escolares deja a sus espaldas la agresiva cotidianidad del aula.
"El cuerpo como campo de batalla" es un estudio descriptivo que presenta, tanto resultados cuantitativos como análisis cualitativos del fenómeno de la violencia en la escuela, visto desde los ojos de quienes la ejercen y la sufren: los estudiantes.
¿Nos hemos preguntado alguna vez cuáles son las consecuencias de la violencia? ¿Qué pasa en el corto plazo en víctimas y victimarios, cuando aquella hace presencia en cualesquiera de los espacios escolares? ¿Qué sucede en el largo plazo? ¿Cómo impacta al sistema educativo?
La autora, incluso, se atreve a proponer un modelo ecológico para la convivencia, cuyo basamento epistémico se fundamenta en el reconocimiento del otro, y reconoce a la convivencia armónica como alternativa para la gestión de la vida cotidiana escolar.
Sin lugar a dudas, "El cuerpo como campo de batalla" se convertirá en una referencia a la que los Servicios de Asistencia Educativa tendremos que echarle un vistazo obligado, de manera crítica y tomarlo como tópico de conversación entre colegas y, con ello, asumir una posición dinámica frente a un problema tan grave y latente como lo es la violencia en la escuela.